viernes, 9 de mayo de 2014

La extensión europea de la guerra

Luis Palacios Bañuelos - Nociones básicas

Desde el momento en que parece evidente que la guerra será mucho más larga de lo que se preveía, los beligerantes de ambos bandos presionan a otros países a fin de ganar nuevos aliados.

Aliados de las Potencias Centrales
Turquía y Bulgaria están ligadas a Alemania por su solidaridad moral y política contra Rusia. Además a Turquía la une una dependencia económica y militar con Alemania. 

Turquía declara la guerra a Rusia tras la derrota rusa de Tannenberg (30 agosto 1914). Cerrando los Estrechos, aísla a Rusia, la expedición de los Dardanelos (abril-noviembre 1915) no logra romper el bloqueo. Bulgaria es arrastrada a declarar la guerra a Servia y a Rusia con la promesa de lograr la Macedonia servia y la Dobrudja rumana (5 octubre 1915).

Prisioneros turcos vigilados por un soldado británico. Año 1915.


Aliados de las Potencias de la Entente
Italia. Vivió Italia en los primeros momentos de la guerra una fuerte polémica entre belicistas y neutrales. La mayoría eran partidarios de la neutralidad y sin embargo se imponen la intervencionista.

Las razones para su intervención van a estar ligadas a la necesidad del pueblo italiano por recuperar los territorios irredentos de Trentino, Tirol, Istria y Trieste. Manuel Azaña en una de las crónicas que envía a España desde Italia así lo reconoce «la guerra italiana... emancipación de la tutela austríaca y de la penetración germánica, conclusión de las guerras de independencia, primera gran empresa nacional acometida con todos los recursos del pueblo italiano-coordinados».

Las condiciones de entrada de Italia en la guerra están fijadas en el pacto firmado en Londres con Inglaterra, Francia y Rusia (25 de abril 1915) en el que se le asignan, además de esas provincias irredentas, la Dalmacia a la que en 1917 el Acuerdo de S. Juan de Maurienne añadirá la región de Adalia, sobre la costa sur de Asia Menor. Italia entra en guerra contra Austria el 23 de mayo de 1915 y más tarde contra Alemania.


Soldados italianos desplazándose en alta montaña. Año 1917

Rumanía declara la guerra a Austria el 27 de agosto de 1916 esperando a cambio la Transilvania.

En Grecia, el cuerpo expedicionario francés enviado a Salónica en ayuda de Serbia, derroca al rey Constantino pro germánico. El 26 de junio de 1917 el ministro Venizelos declara la Guerra a Alemania, esperando lograr que Grecia pudiera expansionarse por el mar Egeo y Asia Menor a Costa del Imperio turco.

Países neutrales
Hubo países que aunque desearon una neutralidad, se vieron envueltos en el conflicto, por su misma situación geográfica. Es el caso de Bélgica a la que afectaba la aplicación del plan Schlieffen o Luxemburgo que a su situación geográfica unía una importante industria metalúrgica que le hacía difícil quedar fuera de la invasión alemana.

Holanda, que quedó fuera de la ruta hacia Francia, pudo mantener su neutralidad. Su tendencia pro germana la llevaría a ayudar el abastecimiento de Alemania, gracias a su magnífica flota mercante. Los puertos de Rotterdam y Amsterdam vivieron unos años de una actividad extraordinaria y los bancos holandeses se beneficiaron de este intenso comercio.

La Confederación Helvética, como había hecho en 1870 en la guerra franco-prusiana, se mantendrá durante todo el conflicto totalmente neutral. Esta postura venía reforzándose al ser sede de organismos de cooperación internacional como la Unión Telegráfica o la Cruz Roja Internacional, fundada precisamente por un suizo, Henri Dunant. Sin duda que los efectos de la guerra se hicieron sentir en la opinión suiza, donde había pro-aliados y pro-germánicos. Hubo también en aquellas importantes reuniones de líderes del movimiento obrero, como la célebre conferencia celebrada en Zimmerwald, cerca de Berna en septiembre de 1915 donde socialistas de diferentes países (el mismo Lenin, Axelrod, etc.) expondrán sus tesis de pacifismo e internacionalismo.

Los países escandinavos. Dinamarca, importante por su situación estratégica de puerta del mar Báltico, decide la neutralidad, un tanto benévola hacia los alemanes, temiendo una invasión. Se permitió a Alemania cerrar los estrechos que comunican el mar del Norte con el Báltico, asegurándoles además suministros tantos daneses como procedentes de Inglaterra o Estados Unidos.

Suecia y Noruega se beneficiarían también de la neutralidad logrando buenos beneficios obtenidos del comercio con los beligerantes.

Por su parte España optaba por la neutralidad, y así se manifestaba en la Gaceta en un Real Decreto de 7 de agosto de 1914. En los años de guerra España obtuvo unos grandes saldos favorables de la balanza comercial liquidando la mayor parte de sus deudas y reuniendo una importante reserva en oro.




IH - Mayo de 2014

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