martes, 8 de abril de 2014

La guerra de posiciones

Luis Palacios Bañuelos - Nociones básicas

Durante más de tres años, noviembre de 1914 a marzo de 1918, el frente no se moverá. ¿Qué había sucedido? El fracaso había sido de todos. Todos los planes preveían, como única posible, la guerra de movimientos dados los medios de ataque y de transporte de que disponían los ejércitos. Pero la realidad fue que frente a la movilidad de las tropas la guerra se presentó de repente como algo inmóvil.

Caracteres de la guerra
  • Es una guerra total. En los países implicados se hace necesaria, una colaboración total de personas y recursos. Hay una movilización masiva y todas las actividades quedan supeditadas a la guerra. La industria se transforma en función de las necesidades de la guerra.
  • Es una guerra mundial. La entrada de nuevos beligerantes da a la guerra europea una dimensión mundial. El bando aliado se ve muy incrementado.
  • Las fuerzas están muy equilibradas lo que hace que a la guerra no se le vea fin.

Soldados indios partiendo al frente en tren. Francia, año 1914.

  • La guerra de trincheras. Los soldados de uno y otro bando quedarán «enterrados» en las trincheras para poder así resistir. Los problemas que conllevaba son fáciles de imaginar: insalubridad, enfermedades, condiciones infrahumanas y junto a ello el riesgo de salir, de cruzar entre líneas. Las trincheras se convirtieron en nidos de ametralladoras contra las que los medios ofensivos son inoperantes.

    Los sufrimientos físicos y síquicos del «poilu» son tremendos. No es ya fácil racionalizar aquella situación. La Guerra ha dejado de tener sentido, incluso para aquellos que alegremente acudieron a ella. Si la guerra está siempre en un plano de irracionalidad, aquella guerra era el irracional absoluto.

    La guerra de trincheras llevaba consigo la protección de los bombarderos con sacos de tierra, la búsqueda de los puestos de vigía, se perfeccionó el arte del camuflaje de las personas y de las piezas de artillería. Para observar al adversario se utilizaron los zepelines y las «jaulas de gallina». Un armamento especial apareció para luchar con eficacia en esta guerra de trincheras -balas con núcleo de acero-, contra los blancos aéreos balas luminosas e incendiarias.

    Los peligros eran inmensos. Las minas, las amenazas que llegaban del cielo. Por ejemplo los franceses temían las explosiones de los Minenwerfer alemanes -los terribles Minen- que los soldados reconocían por su silbido característico y que destruían trincheras enteras. Las redes de alambradas, etc. Las granadas resultaron de gran utilidad. Aparecieron el lanzallamas, los gases asfixiantes. Pero para conquistar las trincheras nada mejor que el tanque, los carros de asalto que aparecerán más tarde.

Operaciones
Los estados mayores, obsesionados por la idea de romper el frente enemigo, lanzaron ofensivas mediante grandes bombardeos y gran aparato de artillería pero sin lograr resultados.

a) Frente oriental
En 1915 Hindenburg es el comandante del mando unificado alemán y austriaco. Se atacó el frente ruso. En mayo la ofensiva se centró en la región de Galitzia, pero la entrada de Italia en la guerra (23 mayo 1915) obligó a llevar tropas al nuevo frente. La Polonia rusa fue ocupada y el 4 de agosto cayó Varsovia. Se había avanzado considerablemente y las bajas superaron los dos millones y medio de personas. Era la victoria alemana más espectacular de toda la guerra.

La entrada de Turquía en la guerra al lado de las fuerzas centrales ampliaba aún más hacia el S.E. el campo de operaciones. Los aliados pensaron que había que atacar Turquía para dominar los estrechos y a tal fin se envió a los Dardanelos una división de acorazados británicos. Un ejército colonial británico procedente de Australia y Nueva Zelanda toma tierra en Gallipoli pero la acción quedó resuelta a favor de los turcos al aparecer el «U-21», submarino alemán, que hundió a los acorazados Majestic y Triumph. Desde abril hasta final de año se prolongó esta guerra de los Dardanelos. Costó la pérdida de 145.000 hombres y puso de manifiesto la importancia operatoria del submarino.


Soldados en una trinchera en la Batalla de los Dardanelos (Gallipoli). Año 1915

En octubre de 1915 Falkenhayn decide atacar Servia. La entrada de Bulgaria al lado de los Centrales restablecía el eje Berlín-Bagdad. El ataque conjunto de austríacos, alemanes y búlgaros hizo pronto caer a Servia.

b) Frente occidental
Aunque las fuerzas centrales mantenían sus posiciones en el frente occidental y aunque habían avanzado en el oriental causando importantes pérdidas a los rusos y haciendo desaparecer a Servia, Alemania seguía cercada. Comenzaban a escasear los suministros procedentes del exterior y tuvieron que limitarse a sus propios recursos. El racionamiento estricto y el trabajo de la mujer para la industria bélica ayudaban a sobreponerse a ese cerco.

El papel de los submarinos fue muy importante en estos momentos. Más que como arma ofensiva sirvió para cortar el suministro a los contrarios. Fueron torpedeados barcos mercantes, transatlánticos. El caso más grave fue el hundimiento del Lusitania en mayo de 1916. Más de mil pasajeros murieron. Hubo una conmoción general y los Estados Unidos amenazaron con una intervención armada. Se acudió entonces a los convoyes protegidos, a los «buques trampa». Y se plantearon acciones navales como la batalla de Jutlandia, de resultado incierto.

El frente occidental permanece prácticamente inmóvil a lo largo de 1916. Para salir del impasse los alemanes planifican una acción de desgaste. Había que causar bajas en el enemigo, tanto en elementos humanos como en material de guerra. El objetivo sería Verdún. En palabras de Falkenhayn «no se trataba esencialmente de tomar Verdún sino de desangrar el ejército francés gracias a su superioridad artillera».

La batalla comenzó el 21 de febrero de 1916. Al mando del frente fue nombrado Pétain. Los cuatro meses que duró fueron un verdadero infierno. Una sola consigna: había que resistir. Fue una batalla que para Francia constituyó una gran prueba nacional por la escasa participación de tropas no francesas. El resultado no fue claro. Francia tuvo 350.000 víctimas y Alemania, un número no lejano a esa cifra. Pero los vencedores morales habían sido los franceses que a toda costa pudieron resistir. La batalla de Verdún permanecerá en la memoria colectiva francesa como símbolo de la resistencia frente al enemigo.


Soldado alemán durante la batalla de Verdún. Año 1916.

Al mismo tiempo, el 24 de junio, comenzaba la batalla del Somme, que el planteó como de «desgaste». El material artillero empleado por los aliados fue impresionante. Sin embargo, el resultado fue desastroso por las pérdidas humanas -más de un millón doscientas mil víctimas- y estéril en el plano militar.

La entrada de Rumania en la Guerra con la esperanza de recuperar la Transilvania, prolongaba el frente oriental hasta el mar Negro. Tuvo lugar el 27 de agosto de 1916. Pero al final de año caería en manos de los ejércitos centrales.

c) La crisis de 1917
En el año 1917 la situación bélica, a la que no se le ve el final, ha hecho crisis. La reacción ante este hecho fue el desengaño y la desconfianza. Comenzaron las deserciones en los ejércitos y los motines. Todos se preguntaban para qué había que proseguir una lucha tan cruel e inútil. Las propuestas de paz comenzaron a no parecer tan absurdas. El Presidente Wilson propondrá la concordia, una «paz sin victoria». El Papa Benedicto XV hará también llamamiento a la paz. Pero no prosperaron.

Este año de 1917, por el contrario se piensa en la guerra a ultranza como única forma de poner fin al conflicto. La entrada de los Estados Unidos en el conflicto va a mundializarlo. Además la revolución bolchevique en Rusia afectará también al devenir de la Gran Guerra.



IH - Abril de 2014

No hay comentarios :

Publicar un comentario