viernes, 27 de junio de 2014

Economía y guerra en los Estados Unidos de América

ALSE - Anecdotario

Como pudimos ver en la anterior anotación del profesor Luis Palacios, Los Estados Unidos y la Guerra Mundial, la neutralidad del país norteamericano al comienzo del conflicto no impidió que se desarrollara un extenso comercio con los países beligerantes, así como la concesión de numerosos préstamos monetarios. En las siguientes líneas vamos a analizar con mayor profundidad el alcance económico que tuvo la guerra antes y durante la intervención militar de los Estados Unidos.

Pese a la dureza de la guerra y a la pérdida de algunos buques mercantes, con la consecuente desaparición de vidas de ciudadanos americanos, la política de no-intervención militar directa siguió vigente hasta la primavera de 1917. Hasta aquel momento, el mayor interés de los Estados Unidos en la guerra era el financiero. La potencia económica del país norteamericano era vista desde Europa como una fuerza formidable. La prensa, en multitud de ocasiones, se hacía eco de este extremo y aportaba con frecuencia datos que corroboraban aquella idea. La revista barcelonesa Hojas selectas señalaba que antes de la entrada en el conflicto, Estados Unidos «andaba sobrante» de recursos monetarios, «hasta el extremo de que las reservas de los Bancos nacionales excedían de mil millones de dólares a la suma de los Bancos de Inglaterra, Francia, Rusia, Alemania, Italia, España, Holanda, Dinamarca y Suiza». El redactor sentenciaba: «Los gobiernos de Francia e Inglaterra no tuvieron entonces más que alargar las manos para recibir […] en calidad de empréstitos las cuantiosas sumas que durante los dos primeros años de lucha habían invertido en la adquisición de material de guerra»1.

El profesor Palacios, como pudimos ver en la anterior anotación, cifra en cerca de dos mil millones de dólares el valor de los préstamos concedidos por Estados Unidos a los países europeos, en particular a Francia y a Inglaterra. 

Los empréstitos con frecuencia iban acompañados de una visita oficial de la delegación diplomática del país que iba a recibir el dinero, dejando así llamativas imágenes que daban la vuelta al mundo, como en el caso de la imagen mostrada a continuación, en la cual se puede observar a los comisionados del gobierno italiano recibiendo un cheque por valor de cien millones de dólares de la mano del señor Mac Adoo, ministro del Tesoro.


Miembros de la comisión italiana reciben un cheque por valor de cien millones de dólares. Año 1917 2

La entrega del cheque a los italianos formó parte de la misma estrategia que se había estado llevando a cabo desde el principio del conflicto. Sin embargo, la situación bélica ya era completamente distinta: Estados Unidos iba a la guerra. Aquella circunstancia cambiaría, de forma radical, toda la dinámica económica que hasta el momento el país norteamericano había tenido. Todos los sabían: el primer pensamiento de los periodistas británicos fue aquel que auguraba que la entrada en las hostilidades junto a los aliados iba a suponer un impulso económico decisivo3.

La otra gran visita militar y económica fue la de la delegación francesa, encabezada por el mariscal Joseph Joffre y René Viviani, por aquel entonces ministro de Justicia, la cual fue anunciada en los periódicos, sencillamente, como una «misión para saludar al presidente Wilson con motivo de la entrada en la guerra»4. La expectación que produjo la llegada de la delegación francesa a la ciudad de Nueva York fue notable, en parte gracias a la intervención del alcalde de Nueva York, el señor Mitchell, que organizó la recepción, y a los esfuerzos de un sector de la prensa neoyorquina, que solicitó a los habitantes de la ciudad que engalanaran las calles con los colores americanos, franceses e ingleses para cuando llegara la delegación francesa5.


Llegada de la delegación francesa a la ciudad de Nueva York, entre una gran multitud. Año 1917 6

La francesa y la italiana no fueron las únicas delegaciones que acudieron, si bien la del país galo fue la más destacada7.

Pese a todos estos movimientos internacionales, la verdadera revolución económica que se produciría a partir de abril de 1917 fue en el interior de Estados Unidos: la participación en la guerra suponía una movilización ingente de soldados, mercancías, armas y otros pertrechos, y por extensión, se debían poner en marcha, de forma acelerada, cuantos recursos monetarios estuvieran al alcance del gobierno. Rápidamente se inició una campaña propagandística, con una gran producción cartelera, para solicitar a los ciudadanos estadounidenses su colaboración en la guerra a través de la compra de bonos de guerra, bautizados con el nombre de «liberty loan». 


Cartel de la tercera emisión de bonos de guerra, protagonizada por un boy scout. Año 1917 8

La segunda y tercera emisión de bonos fueron las más prolíficas en cuanto a la producción cartelera. La propaganda, tal y como sucedía con la de tipo general, iba dirigida a todos los sectores de la población. Estados Unidos, debido a su condición histórica de nación receptora de migrantes, también explotó esa virtud con el fin de conseguir financiación. En la segunda emisión de bonos, encontramos un cartel realmente llamativo:


Cartel dirigido a aquellos ciudadanos que habían emigrado a Estados Unidos. Año 1917 9

Como se puede observar, el mensaje del cartel está enfocado a aquellos ciudadanos que habían emigrado al país norteamericano. Representa una escena típica en el recuerdo colectivo de los inmigrantes: la llegada del barco a las cercanías de Nueva York con toda probabilidad, antes de atracar en Ellis Island, con la Estatua de la Libertad alzándose majestuosa a su lado. El texto superior les incita a recordar su primera «sensación de libertad americana», para después, recordarles, en la parte inferior, que su deber es comprar bonos de guerra del Gobierno de los Estados Unidos.

La barrera idiomática no fue impedimento para que el gobierno lanzara su campaña de petición de dinero a los grupos que conservaban con fuerza su lengua, como en el caso de la población china asentada en Nueva York. En la imagen inferior se puede observar un gran cartel colocado en el barrio chino de Nueva York con la misma petición de compra de empréstitos. 


Campaña por la compra de bonos en el barrio chino de Nueva York. Año 1917 10

El español no quedó al margen de los idiomas a través de los cuales el gobierno solicitó la contribución económica para la guerra. El cartel, redactado en un español muy irregular, fue emitido en Manila, con el fin de solicitar a los ciudadanos filipinos bajo la órbita norteamericana desde la guerra hispano-estadounidense de 1898 su apoyo monetario:


Cartel en español, solicitando la compra de bonos de guerra. Año 1917 11

Año y medio después de la intervención estadounidense, la guerra terminaría. El país había movilizado ingentes cantidades de dinero, con resultados muy beneficiosos: eran acreedores de las naciones europeas y deudores de sus propios ciudadanos; su producción industrial había crecido de forma formidable y el comercio exterior alcanzó niveles inéditos. Europa, malherida, inició su periodo de entreguerras, quizá aún inconsciente de que nada volvería a ser como lo fue en el pasado. El poder del dinero y el desgaste de la guerra de las naciones europeas situó en la más avanzada vanguardia a una nueva potencia que estaría destinada a configurar el mundo durante el resto del siglo XX.


Referencias:
1. En Hojas selectas, nº 181, 1917, «Los Estados Unidos en la Guerra Mundial»,  pp. 807-8.
2. Ibídem, pág. 813. Fotografía: Trampus.
3. En La Correspondencia Militar, 4-IV-1917, «El mensaje de Mr. Wilson al Congreso», p.1.
4. En El Día, 18-IV-1917, «La política Yanqui», p.3 y en La Época, 18-IV-1917, «La Guerra - La intervención de los Estados Unidos», pp. 1-2.
5. En La Nación, 23-IV-1917, «Aspectos de la guerra – En los Estados Unidos», p. 6.
6. En Hojas selectas, nº 181, 1917, «Los Estados Unidos en la Guerra Mundial»,  p. 809. Fotografía: Trampus.
7. Ibídem, p. 815.
8. USA Bonds. Third Liberty Loan Campaign. Boy Scouts of America. © IWM (Art.IWM PST 4867). Cartel conservado en el Imperial War Museum.
9. Remember your first thrill of american liberty: your duty - buy United States Government Bonds. Cartel conservado en la Biblioteca Nacional de Portugal (CT. 805 R.).
10. En Hojas Selectas, nº193, 1918, «La intervención de los Estados Unidos», p. 184.
11. Sus Bonos de la Libertad Ayudaran a Dar Fin con Esto - Your Liberty Bond Will Help Stop This. © IWM (Art.IWM PST 17260). Cartel conservado en el Imperial War Museum



IH - Junio de 2014


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