martes, 25 de marzo de 2014

La guerra de movimientos

Luis Palacios Bañuelos - Nociones básicas

Se plantea la guerra en dos frentes: el Occidental y el Oriental: si bien es aquél el que juega un papel decisivo en función de la importancia de las fuerzas implicadas.

Frente occidental

a) El objetivo alemán. El Estado Mayor alemán, con Moltke a la cabeza, aplica el plan Schlieffen. Este plan, exclusivamente técnico, había sido elaborado en 1900 por el Jefe de Estado Mayor, von Schlieffen y partía del supuesto de la necesidad de una guerra en dos frentes. El plan consistía en dejar frente a los rusos, ya que eran lentos en movilizarse, solamente una cortina de tropas; lanzar el grueso de las tropas sobre Francia, a través de Bélgica, para evitar las fortificaciones de la Lorena y entrar en Francia por Champaña; tras la capitulación francesa volver rápidamente contra los rusos al frente oriental.

b) La ofensiva alemana. La guerra comenzó casi simultáneamente en los dos frentes: en el occidental atacaron los alemanes, en el oriental, los rusos.

La ofensiva alemana comenzó el 2 de agosto. Se atravesó Luxemburgo y Von Moltke envió en ultimátum a Bruselas para que dejara pasar libremente las tropas. Bélgica respondió con la movilización general y fue invadida. Ante este hecho Gran Bretaña declaraba el día 4 la guerra a Alemania. Las 78 divisiones alemanas superiores en artillería pesada, tuvieron que enfrentarse con 71 francesas, 6 belgas y 5 británicas. Las tropas alemanas se dirigen hacia el Oise. El 2 de septiembre los alemanes están en Senlis, a 25 kms. de París y Meaux. El gobierno francés abandona París y se traslada a Bruselas.


Una multitud de ciudadanos observa la estación de tren de Senlis quemada por los alemanes durante su ofensiva. Año 1914

domingo, 23 de marzo de 2014

Bibliografía básica: la dimensión española de la Gran Guerra

ALSE - Bibliografía básica :: España y la Guerra

Oficialmente, España fue un país neutral durante todo el desarrollo del conflicto. ¿Pero fue una neutralidad real, aséptica y alejada de la guerra? Como pudimos apreciar cuando recuperamos de la prensa el testimonio de los marinos del Giralda, un barco español hundido por los alemanes en 1917, no lo fue.

El escenario español de la Gran Guerra ha sido, generalmente, poco tratado y difundido. En 2014, con el centenario del comienzo del conflicto, han aparecido numerosos libros cuyos autores han dedicado un esfuerzo fabuloso en ilustrar cómo se vivió y desarrolló la guerra dentro de las fronteras españolas. Por ello, comenzamos la sección Bibliografía básica con dos libros dedicados a analizar este extremo.



martes, 18 de marzo de 2014

Soldados escoceses regresando de la batalla

ALSE - Fotografía de la semana

Soldados escoceses de vuelta de la batalla. Año 1916

La movilización de los británicos, como pudimos apreciar en el artículo en que analizábamos la propaganda, fue intensa. Todos los ciudadanos, de una forma u otra, se convirtieron en necesarios para el esfuerzo de guerra. Como consecuencia de esta necesidad, la llegada de hombres procedentes de todas las zonas de influencia británica fue muy reseñable. Dentro de las Islas Británicas, quizá el caso más pintoresco fue el escocés.
"Recuerdo completamente un regimiento escocés, con su traje típico... Era muy emocionante ver cómo desfilaba ese regimiento al son de las gaitas. Esas faldas escocesas moviéndose al unísono tenían algo que me emocionó. Nos emocionaron a todos." Arthur Halestrap MBE (1898-2004)

lunes, 10 de marzo de 2014

Crónica española del comienzo de la Gran Guerra (II)

ALSE - España y la Guerra

Como pudimos leer en la parte anterior, la tensión generada después del asesinato de Francisco Fernando aumentó de forma superlativa hasta la intervención austrohúngara en territorio serbio. No obstante, se convierte en necesario dar un paso atrás y hacer un pequeño repaso para conocer cómo la prensa española trató el mes que transcurrió desde el atentado hasta la entrada de las tropas austrohúngaras en Serbia.

Durante los primeros días de julio, si bien los movimientos diplomáticos no cesaron, la prensa española dio, en general, poca cuenta de ellos. Algunos medios, como La Correspondencia de España, relegaron a su segunda página todas las informaciones relativas al atentado y a la crisis que éste desató. Incluso se llegó a afirmar que «la tranquilidad renacía»1. El resto de periódicos, o bien no publicaron nada, o bien se concentraron en reproducir pequeñas notas sobre los funerales, así como algunas novedades sobre el atentado, como una declaración de Cabrinovic:
VIENA, 2. La Algeimein Zeitung asegura que Cabrinovich (que fué el que lanzó la bomba contra los archiduques en Sarajevo), ha confesado de plano y hecho tan importantes cuan interesantes declaraciones sobre la preparación y realización del atentado. «Hallándome -ha dicho- en Belgrado hace algunas semanas, tuve noticia de que en breve vendría á Sarajevo el archiduque heredero. Se lo comuniqué en acto á mi amigo el estudiante Prinzip. Ambos decidimos aprovechar tan oportuna ocasión de hacer algo por la Patria, sacrificando para ello, si preciso fuese, nuestra vida, y acordamos matar á Francisco Fernando, por ser acérrimo y peligrosísimo enemigo de la integridad é independencia de Servia, y también á su esposa y cuantas personas formasen su séquito, para que tuviese más efecto y resonancia el patriótico acto nuestro. Desprovistos en absoluto de los elementos necesarios para lleva á cabo nuestro proyecto, y especialmente de bombas, y careciendo de los imprescindibles recursos para adquirirlos, nos dirigimos en demanda de ellos á Tripizcovich, teniente desertor del Ejército austrohúngaro, y á la sazón incorporado al Ejército servio, quien nos envió al «komitadji» Fidamevich. Éste nos entregó seis bombas, seis revólvers y la suficiente cantidad de cianuro potásico para suicidarnos si fracasase nuestro intento. Salimos seguidamente de Belgrado para Sarajevo, acompañados por el estudiante Raps, amigo nuestro. El reparto de explosivos y armas que llevábamos se hizo en la casa, de un confitero servio llamado Blamich, distribuyéndose también los puestos que cada uno de los complicados habíamos de ocupar el día de la llegada á Sarajevo del archiduque, para llevar á cabo la misión que nos habíamos asignado, pues éramos cinco: Prinzip, yo y tres más, cuyos nombres no he de revelar á nadie. Lo que ocurrió después ya se sabe».2

jueves, 6 de marzo de 2014

La Gran Guerra en África (I): La caída de Togo

ALSE - Anecdotario

Con el surgimiento del Imperio Alemán, el equilibrio colonial africano mantenido por Francia y el Reino Unido cambió: los germanos reclamaron, a partir de entonces, amplios territorios africanos. Los problemas generados por esta circunstancia se trataron de resolver en la Conferencia de Berlín (1884-1885), tras la cual, se estableció un reparto de las tierras africanas entre las potencias europeas. Togolandia, Camerún, África del Suroeste y Tanganyika (África Oriental), fueron definitivamente declaradas posesiones alemanas.

Treinta años después, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, las hostilidades también se trasladaron a las colonias. La primera gran acción que se llevó a cabo en África ocurrió en Togo pocos días después de las declaraciones formales de guerra entre Alemania, Francia y el Reino Unido. Allí, una guarnición alemana coordinaba sus buques desde una emisora de radio1 (*). El día 9 de agosto los franceses y los británicos lanzaron sus primeros movimientos. La prensa francesa contó así el episodio:
La ocupación de la colonia alemana de Togo, en el golfo de Benin, se ha efectuado de la siguiente manera: un crucero inglés se situó frente a Lomé, capital de Togo; ordenó a la ciudad rendirse en veinticuatro horas […]. Al mismo tiempo, la guarnición francesa de Gran-Popo cruzó la frontera y se estableció en Petit-Popo, en Togo. Las medidas se tomarán de común acuerdo entre las autoridades francesas e inglesas para asegurar la ocupación total de Togo2.

La poco numerosa guarnición alemana que allí se encontraba contaba con una fuerza africana también escasa. Ante los movimientos francobritánicos, los alemanes se replegaron al interior del país. Lomé fue ocupada sin oposición el 12 de agosto por tropas británicas dirigidas por el Teniente Coronel Bryant.

Recorte de prensa sobre las tropas inglesas en Togo. Año 1914.